Por supuesto ha sido una gran experiencia; me ha servido de refugio, cuartel general, centro de abasto y claro, lugar sagrado de meditación.
No ha sido fácil, no ha sido barato, pero sé que ha sido lo correcto.
Aidé, mamá de mi casero, cumple años mañana y le daré una botellita de licor de tequila con mango que secuestré de la casa; la señora estrena sus primeros 82 años. Mi mamá le mandó una de café para el día de las madres y le encantó, ella sí toma aunque Alejandro no.
Además, me dio un permiso especial para no tener que hacer mi cama diario.
- Cuando no la quieras hacer, sólo dejas la puerta de tu recámara cerrada y ya...
La primera foto que anexo es una vista panorámica que tomé el día que subí al techo de la casa y comprobé que estoy en los confines del DF.
Los cuadritos pequeños que se ven el la sección izquierda son los hoteles de Reforma y se distingue algo de la Torre Mayor; espero encontrar un día de sol, subir de nuevo y tomar algo más decente para no decepcionar a mis fans. Lo que me gustó de esta secuencia es que de lado derecho se ven de forma borrosa los volcanes.
Esa tarde fue muy padre porque revisé las grietas que Alejandro estuvo cubriendo para evitar las goteras y aunque no ha vuelto a llover fuerte, le sugerí que use el impermeabilizante tipo tapete que es más efectivo. Por fin le pude contar de mis experiencias en Cuerna.
Y la foto que me despide este primer mes de locos en el que ha pasado de casi de todo, es este atardecer.
Me pone a pensar en mil cosas que aún no tienen orden, me sugiere darme a un par de fugas más antes de volver a realidades no siempre bien comprendidas...
Me conquista.
Terminó el primer mes de al menos DOS mas que vendrán y en el que confío lograré nuevas metas, conoceré gente estupenda y aunque solo en fines de semana baje a DF, seguiré siendo esa Sandra que ustedes conocen.
Por ahora, le mando muchos abrazos y recuerden:
Salova Habita en Santa Fé