lunes, 17 de agosto de 2009

Final Oficial...

Terminó mi primera semana en DF y decidí escribir de nuevo para tener un Final Oficial.

La foto izquierda fue la de mi última mañana en Casa Ibero, me duró poco el día y aunque había tenido ya mis despedidas, siempre queda la sensación de que algo se nos olvida...

Mi ángel de cristal me cuidó siempre, mi antifaz de gel me protegió de tanta luz, mis tapones para oídos, del ruido de la carretera.

Alejandro se enfocó en revisar las fallas de su auto, Álvaro en llevar cosas al suyo y ver si dejaba o no su colección de Yes... Yo estuve 3 meses y medio con ellos, él casi dos años o más.

Semanas antes fui bajando cosas precisamente para no ir cargando demasiado, logré ocupar cada hueco del morral de piel de Guillén y del morral de Inuyasha que me regaló Quiroz. Todo cupo, de alguna forma sospechosa que no termino de entender.

Lavé el mini refri de José Carlos, el cual dio refugio a mi comida durante sus vacaciones; me hubiera gustado ver el cambio de la recámara y ver como de ser zona de niñas, pasó a ser la del chico aplicado y consentido de la casa. Sólo me ha dicho que quitó al magnífico David que me hacía compañía...

Aproveché el tiempo para molestar a Álvaro y discutir por última vez (¡me inspiraba tanto!). Su gusto por tomar leche fría casi nos causaba un problema la noche anterior...

- ¿Me puedes hacer un favor muy especial?, ¡sácame la leche!
- ¡¡Cómo!! (aquí??!!)
- ¡Sandra!, Sandra, la del refri, la leche del refrigerador...
- Aaah!!, claro... cierto... sí...

Vimos más capítulos de Philadelphia para no olvidar a esos sujetos de humor sórdido y esas situaciones casi imposibles de imaginar. ¡Gracias por las carcajadas!

Las escaleras de la derecha conducían a la azotea. Al principio pensé que era como un detalle existencialista de la casa, luego Alejandro me dijo que pensaba poner un piso adicional, pero aún faltaba capital.

En esa sección los ventanales daban a la calle y eran la zona del martirio porque había goteras que llegaron a ocupar todas las cubetas y jergas disponibles.

En las escaleras inferiores era común encontrar los rastros de líquidos que iban desde la cocina a alguna de las 3 recámaras... pero el récord de huellas del culpable siempre lo tuvo Álvaro.

Bajé para hacer mi última comida y pude preparar una sopita que según la señora era "casi tan buena, o mejor" que la de José Carlos... La plática fue amena, el abrazo de despedida, solemne.

Doné una de mis tazas a Alejandro, justo la opuesta a la que imaginaba que era la que más le gustaría... Me caía bien, bueno, casi siempre...

Subí para descansar y preparar lo que fue el post anterior, verifiqué que no faltara nada y me di un par de minutos para mi propio adiós.

Luego bajé para abrir la puerta y ver jugar a la negra y al blanco. Lo más difícil ya había pasado porque prometí no abrazarla de nuevo y volver a llorar.

Ver a esos dos curioseando por la calle e imaginar lo padre de una amistad tan simbólica como ésa, aún me llena de emoción.

La tarde nublada anunciaba el gran aguacero que me acompañó todo el camino de Casa Ibero hacia mi refugio.

Hubo mucho que pensar efectivamente, bastante más que agradecer, viajé invadida por imágenes, voces, buenos y malos momentos, sonrisas y cansancio.

Si es estresante llegar a algún lado, es mucho más complicado dejarlo.

Dormí más de 12 horas la primera noche. Mi mamá todavía me preguntó que el domingo a que hora me iba a regresar, le pude decir que ya no me iba a volver a ir.

Me hizo el desayuno, (por fin comí ¡tocino! en meses) fuimos al cine, me enteré de los enfermos, de los vecinos, de sus paseos... ¡¡de los planes de viaje!!

Empecé a revisar agenda con las amigas, a entregar facturas y recibos al alto mando, mientras mi patroncita Liliana me contaba de cómo van las vacaciones y yo le contaba de mis propios finales...

Vi a mis grandes comadres en desayunos, comidas y cenas; cada una tiene novedades muy a sus estilos.

Pensaba que Tirita sería mi última adquisición, pero cuando fue Emilio a la casa, me regaló a Gris, mi nuevo perrito. Ambos posan junto a Rayitas y Tiger. (nunca he sabido de cursos para darle nombre a las mascotas, así que eviten sus comentarios... ok?)

He gastado como si ya me hubieran pagado... Las fechas para vacaciones y para fin de año se ven tan prometedoras, que me angustio por ver de cuál forma voy a embonar tiempos de proyectos con los días de salidas.

Reconozco humildemente que el Facebook me entretuvo bastante; los mails de Atala me llenaron de sorpresas; las llamadas incrédulas de "¿de veras ya regresaste" fueron más de las que esperaba. El afecto de los nuevos amigos ya es parte de este 2009.

Encontré canciones nuevas de Offer Nissim (Celebrate!!); pude volver al dentista, despuntarme el cabello, retocarlo, darle tratamiento a las puntas... He sentido mucho calor y no he podido descansar tanto, así que volví a ver Fruits Basket para recordar buenas lecciones gracias a mi querido Nyu. (¡te extraño!)

Hubo festejos y regalos sexys para las amigas (Roxs!)... una partida de billar, una despedida de soltera para una de las chicas más especiales del Simón: La increíble Ix!

Deseo ir a bailar... falta ir a Cuerna y arreglar el jardín; no he terminado de organizar mi ropa.

Tengo que formatear la lap y la PC (la negra y la chula), hacer mis respaldos y actualizar mis crónicas.


Eso es parte de lo que hago cuando estoy en casa y termino proyecto, cuando dejo de lado tanto trabajo... fue mucho de lo que no pude hacer en más de 3 meses a cambio de aprender como se vive lejos de la comodidad de casa y se encuentra con la magnífica calidez de otro sitio en donde se logra que también a las niñas buenas como yo, nos consientan.


Por supuesto: ¡¡Volvimos al boliche!!; mis primeros 3 tiros se fueron en blanco, nada para nadie... en el cuarto tiré dos... me concentré más hasta que pusieron el concierto de Tiesto desde Copenhague y escuché emocionada:


¡¡Love Comes Again!!...


Al final de la primera semana completa en DF, han sido varias las ideas revueltas... pero poco a poco, entre pláticas, cafés y noches que nos son suficientemente frescas, medito...

Qué bien que tengo tanto que contar; que padre que a veces no me alcanza el día ni para decansar, ni para organizar actividades... ya viene el tiempo para estudiar de nuevo, para analizar y tomar nuevos proyectos. ¿Para volver a irse?

Gracias a quienes han leído y entendido a Salova; gracias incluso si han sentido que mi vida no tiene remedio, pero por lo menos, intento que sea divertida.

Aún estoy revisando el antes y el después de esta aventura.

Si el resultado ha sido bueno, no me toca decidirlo, ni saberlo ahora... La utilidad de todo lo que he aprendido me lo hará saber el tiempo.
Nunca olvido tan fácil.

martes, 4 de agosto de 2009

Agosto es de despedidas

Finalmente llegó el momento de partir, entre llamadas y mensajes sorpresas; con regalos inesperados y con trabajo pendiente.
Esta es la fachada de la que ha sido mi casa los últimos tres meses y medio.
Cada buen rato que pasé en Casa Ibero tiene ahora un buen lugar en mi memoria, junto a uno que otro momento de enfuria como diría Dianita.
Conocer a todos los de la casa me ha llenado de gusto y me deja tarea en qué pensar.
Todos saben que a la que voy a extrañar más es a la negra, que también quiero al blanco pero que ella, me hizo las mañanas y las noches menos largas. Cada vez que la cargo y la abrazo termino llorando un poco, quiero creer que se queda en el lugar y con la persona que debe estar.

Justo he recordado mucho la frase de un amigo, que suele poner al pie de sus correos: Disfruta de todo, aduéñate de nada; así ha sido la cosa con la Negra. No me ha pertenecido nunca, pero me sentí feliz de verla crecer, aunque me arañó y me tocó limpiar cuando Alejandro hacía dramas por su jardín.

Al Blanco ya le toca perder más veces cuando juegan, pero le sigue ganando en estrategias y en el elemento sorpresa porque la otra es bien confiada.
También extrañaré los días soleados que me hacían salir de la cama tan temprano, las siestas entre las 7 y las 9 para reponer fuerzas, los olores de cada menú extraño que nos daba por comer...

Nunca me acostumbré a regresar a casa viernes o sábado y volver a Casa Ibero en domingo, a veces me rendían tan poco los fines de semana que las semanas pasaron rápido, muy rápido.

Alejandro me amenaza diciendo que volveré a tener proyectos por Santa Fé; la señora Aidé me dice que les diga a los del proyecto que faltan cosas (y en realidad hay pendientes)... La casa misma me entrega su silencio para ponerme a pensar...

Para buena fortuna, la casa está por volver a estar llena, regresa José Carlos y probablemente su hermana; viene un Alejandro más (que los aguante el Mundo).
Partimos Álvaro y yo, él se va a algún otro lado donde encuentre inspiración.
Yo regreso a mis mundos intensos... con una ranita llamada "tirita" en honor al nene que me la regaló.
He caminado de ida y de regreso al proyecto para reordenar pensamientos y repasar los pendientes. He documentado durante las dos últimas semanas y me voy de espaldas al ver tanto trabajo que aún no logramos culminar con un cierre.

Ya he tenido momentos de descanso, momentos para despedirme en pausas de las mascotas, de la casa entera y de cada persona que me dio cobijo lejos de mi casa, donde ya se está armando la agenda porque mucha gente viene y va.

Se fue Nyu a Cancún para cumplir parte de sus planes; le extraño y le recuerdo con harto cariño. Ya no tengo cuello que morder.

Se fue la primavera que pasé casi por completo en Santa Fe y llegó un verano muy divertido.

Se fue la imagen de alguien que está por terminar de salir de mi entorno, porque ya no es lo mismo, porque tanta cosa que he aprendido a sentir le han rebasado ¡por fin!.

Se va César a los Ángeles dos años, de él tengo que tener presente su lección más importante: Creer en lo imposible. (Existe, pero no existe...)
Para quienes también leen mis crónicas de viaje, ésta es la foto de mi cama, justo antes de empacar; se ve mi oso, los ojos de tirita en medio de mi ropa y mis comodisimos tenis...

Me retiro de la casa en donde me cuidaron tanto y hasta me dieron permiso de no hacer mi cama...

Me despido de estos rumbos de caserones inmensos trepados en un gran cacho de cerro. Donde al principio creí firmemente que debía haber vacas...

Comi muy sano en el proyecto y tomé cafés de todo tipo a los que ya casi soy inmune.

. Escuché muchas de las rolas de mis CDs; me chuté las noticias de W Radio y los viernes de Pelmazo en 100.9 Beat.

... Me desvelé viendo Animé y Philadelphia

...... Me pasé noches incómodas pensando en cómo resolver y organizar las cosas del proyecto

.......... Me sorprendí escuchando instrucciones que me orientaron para no perder la calma

.............. Me dejé invadir por las noches de tormenta y truenos maravillosos

Soñé poco, realicé mucho.

Como dije al cumplir el primer mes: No ha sido fácil, no ha sido barato, pero sé que ha sido lo correcto.

Creo que mis amigas me han notado más cambiada de lo que me siento y eso sólo deben significar cosas buenas.

Seguro tendré proyectos no tan cerca de casa, incluso en la misma Santa Fe, pero dudo que alguno me obligue a volver a rentar; pero bueno, mejor lo dejo al tiempo, a las sorpresas y a mis intereses profesionales...

He recibido llamadas y mensajes inesperados, casi inmerecidos; al mismo tiempo son como la prueba de lo que dejé atrás para ver si realmente estoy lista para cosas nuevas.

Espero que el verano me regale buenos retos, nuevos proyectos y claro, nuevas formas de poner en práctica lo que he aprendido.

Sé que puedo ir a Casa Ibero a visitar a la Negra, a José Carlos y a los señores, pero al mismo tiempo, por ahora, necesito espacio para ver al verano con nuevas fuerzas y nuevas metas.

No todo fue hermoso porque pasé por ciertos tipos de nostalgia nuevos, me hicieron enojar y descubri momentos de enfuria que incluso provocaron granizadas... Pero ahora todo se resume en un enorme ¡Gracias!

De lo mucho que aún me falta por disfrutar en verano, ya será en DF, dejaré pueblo grande y podré bajar las escaleras de la casa, ir a la tiendita, al super, hasta iría a la iglesia...

Lo primero que hay que hacer ahora que ya es agosto es:
¡conseguir Nueces de Castilla!

Claro, también hay que terminar el proyecto, pero afortunadamente no es requerida mi presencia en Santa Fé, lo cual me da bandera para volver a casa, pero antes, terminar de documentar dominios, redes, cuentas, objetos...

Un buen rato de sol en una buena hamaca, con una buena caribe cooler, también me harían el día...

Todo lo que pido y deseo se toma su tiempo y se cobra su monto... he pagado el costo de dejar la casa para venir tan cerca de un trabajo que demandó mucho y al que le hemos dado mucho.

Ahora descansar es lo importante; revisar mi coxis y empezar a enderezarlo es ya una obligación, primero mi salud, después el mundo...

Esta última fue mi taza de café y junto a ella están las llaves que me permitieron entrar y salir, en el momento que fuera, a la hora que fuera...

De hecho, esa fue la única cláusula que pedí en el contrato de arrendamiento: entrar y salir a la hora que quisiera.

No soy de llaves y candados, no soy de enrejados y cámaras de vigilancia...

Soy de aires frescos, de noches de lluvia y puertas abiertas...

Vine a Casa Ibero para facilitar mi vida y rescatar tiempos para mí; conocí personas estupendas; me enamoré de un gran amor imposible que apenas tiene 5 meses y muerde...

Dedico a todos un par de suspiros y sonrisas; y ya de regreso a casa, sabré que cuando abrace a mi oso-almohada no miraré los ventanales que me llenaban de Sol; miraré a Tirita y calcularé el tiempo que me quede para no llegar tarde, oleré las flores que me pone Guillén junto a VacaMú y sabré que estoy en casa, mi gran casa.

Salova regresó al Mundo